30 de junio de 2010

Pequeñas cosas que me hacen feliz

La verdad que por cosas de la vida le voy dedicando menos tiempo a esas pequeñas cosas que me hacen feliz. Ya sea salir a caminar, tomar un rico té, etc.
Hoy por suerte cambié las cosas, fui a "El gato negro", cosa que no hacía hace tiempo y si lo hacía era a las corridas. Son esos lugares de Buenos Aires que no te podés perder, que te transportan y por lo menos a mí, me traen paz al entrar. Fui con tiempo, compre especias, tés y tomé algo. Por más que parezca tonto, salí de ahí con una sonrisa que me dejó feliz todo el día.
Voy a empezar a implementar, aunque sea una vez a la semana, darme esos gustos. Sería genial que todos empezaramos a relajarnos un poco y encontrar el tiempo de hacer las cosas que nos gustan, aunque sea por un ratito, ayuda con todo el quilombo del día.
Hay demasiadas cosas malas como para sumarle la mala onda de uno, sonriamos más.
Ok, quizás es un poco cursi lo que digo, pero estuve 45 minutos en El Gato Negro y todavía me dura la sonrisa. Probar no cuesta nada.

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